Olivia & Las Nubes · Sección Oficial Zonazine

             © Miyu Distribution
En esta 28.ª edición del Festival de Málaga, República Dominicana ha sido el país invitado. La sección Focus República Dominicana ha programado tres sesiones para tres cintas muy especiales: El día de la tormenta (Alexander Viola), Pérez Rodríguez (Humberto Tavárez) y Tiguere (José María Cabral). Aunque no ha formado parte de las películas programadas en la sección dedicada exclusivamente a producciones dominicanas, Tomás Pichardo-Espaillat -y su grandísimo equipo- ha dado una de las cintas más destacables de la programación del festival: Olivia & las nubes.

Tomás, director de la cinta, escapa de la labor documental y de denuncia que suele llevar a cabo recurriendo a la ficción. La memoria y el amor marcan las directrices de una cinta experimental que juega con los formatos y la literalidad. Nada deserta de la poesía en esta joya, la cual cuenta varias historias por intermedio del efecto Rashomon; la subjetividad y los distintos puntos de vista en la narración de una historia o mera anécdota.
Todos los personajes se encuentran entremezclados, unidos por implicaciones sentimentales de todo tipo. Olivia no supera el duelo por un amor ya muerto cuyo espectro habita bajo su cama, se intercambian presentes -flores que tiemblan en los bolsillos y nubes que pueblan el techo-. Mauricio y Bárbara, amantes cuya relación anuncia ruina, viven los últimos momentos de su vínculo agonizante con evasiones y remordimientos. Bárbara se vuelca en sus ilustraciones y viñetas, Mauricio se revuelve en su arrepentimiento hasta que se pierde en la tierra bajo sus pies. Ramón, que se enamoró de Olivia al verla pasear por la calle, vive su obsesión personificando una pequeña planta. Sus hojas verdes responden al nombre de la amada, que se agitan al ver entrar y salir de casa a ramón como si de una pequeña mascota se tratara.
La pasión de Ramón peca de manía, una que nace en una laguna de olvido provocada por la impresión y que queda encerrada en la cita que se quedó grabada en mi mente mientras avanzaba el metraje: Fue tan fuerte que chocamos que no recuerdo nada de antes, perdón por venir de impulso.

Los amores toman mil formas bajo la animación del equipo de la película, además de un acompañamiento musical sublime que eleva la cinta más aún si cabe, realizada por un gran grupo capitaneado por Cem Misirlioglu. Podría decirse que la película se construye en torno a intercambios motivados por la emoción, uno que se produce de manera casi metacinematográfica con el propio espectador: la atención del que observa por un sobrecogedor espectáculo visual. Sin ánimo de reducir la película a su experimentalidad en la animación y la forma, es necesario destacar los lances realizados por los talentosos animadores.
Los intercambios que se dan en el propio film están, sobre todo, motivados por la evocación. Te doy mis flores, me das las nubes; te sacio, me consuelas; te recuerdo, me guardas; te vi, me miraste. ¡Te llamo y respondes! ¡Te doy nombre y lo abrazas! ¡Agitas tus hojas y tiemblas ante mi voz!

Desgraciadamente, la película no cuenta por el momento con distribución en España. Esperemos que cintas de tal calidad y sensibilidad acaben tomando las salas de cine, acaparando los espacios dedicados en la actualidad -y desde siempre- a las películas frías e indiferentes.

Comentarios

Entradas populares