Besar, nunca cerrar los ojos
Domingo en mi casa de infancia. Siempre cansada, me tiro en la cama y miro la estantería, que amenaza ruina si el peso de un libro más le descansa encima. Visconti, Herk Harvey, Shyamalan, Jess Franco, Raimi, José Luis Cuerda; todos apilados en el cuarto de una niña consagrada a las carátulas que cogen demasiado polvo desde edad temprana.
¿Qué hacer un domingo? Echar de menos, pensar en todo aquello que no permites emerger entre semana, recordar una vez más que ya has visto todas las películas de tu colección, quizá releer el libro que nunca devolviste a esa persona que ya no está en tu vida. Paseando los ojos por las películas no he podido evitar caer por unos labios pintados de rojo que, a primera vista, me han hecho recordar a Lili Taylor en The Addiction (Abel Ferrara, 1995). Con un fotograma del final en su dorso y amenazas de spoiler en cada póster, ¿cómo podría evitar caer en la tentación?
Pen Densham firma la única cinta en mi colección que no había visto hasta hoy, camuflada desde nadie sabe cuándo entre Anatomía (Stefan Ruzowitzky, 2000) y Slither: La plaga (James Gunn, 2006), pasando injustamente desapercibida. Dos años después de estrenar El beso, el realizador firmaría el guion de Gnomo Cop (Gnomo policía), dirigida por Stan Winston. Con estas dos cintas, exponentes completamente opuestas en el amplio espectro del género, creamos un perfil completo del cineasta que presume de claros referentes.
Tenías razón, tu tía es de susto. Parece un personaje de Noche de miedo.
En la inolvidable secuencia inicial, la película muestra ya la mayor parte de sus cartas. A pesar de esto, el filme no caerá en ningún momento, manteniendo fácilmente el interés del espectador con escasos pero más que suficientes elementos . La estatuilla que vemos al principio nos remite directamente a Jacques Tourneur y su Yo anduve con un zombie (1943), vudú y magia negra hacen acto de presencia acompañados por un genial toque splatter. Tourneur no dejará mi pensamiento ni por instante durante el metraje, resurgiendo cada vez que tía Felice (Joanna Pacula) aparece en pantalla. Su vínculo tan estrecho con el felino que la acompaña en ocasiones, de apariencia tan salvaje que recuerda a los extraterrestres de Critters (Stephen Herek, 1986), lleva directamente a La mujer pantera (1942). Imposible no pensar en su escena de la piscina en la penumbra cuando en El beso vemos constantemente cómo los personajes se sumergen en la misma concentración de agua. Será lo último que veamos al término de la cinta, los reflejos en movimiento de las aguas que se funden en una oscuridad sin fin.
Las remembranzas constantes a otras obras del género de las que toma inspiración directa no implican que la película no pueda valerse por sí sola. Sus efectos prácticos, diálogos cómicos y tono diverso la convierten en una cinta destacable en todos sus aspectos. El gato demoniaco destaca entre todos los demás felinos cinematográficos parte de mi gabinete de curiosidades inmaterial. También lo hace el curioso papel de la religión y el personaje perteneciente al tropo de los sacerdotes sin fe, que se llevaría muy bien con el padre Karras.
No he conseguido acostumbrarme a dormir con un muerto encima de la cama, espero que no te importe.
¿Cómo desconfiar de una mujer atractiva cuando se niega a colgar un crucifijo en sus paredes recién estrenadas? Muchos lo harían, pero no el hombre "bueno" retratado aquí. Si a todo lo anteriormente mencionado añadimos el romance a medias, los líos adolescentes y los centros comerciales infernales, nos queda una propuesta casi lúdica que grita ¡cuidado con las escaleras mecánicas!
Similar a la pesadilla que acecha a todas las familias estas fechas -besar a la tía, a la abuela, a alguien que no has visto nunca pero aparece en la cena-, El beso lleva a la pantalla este gesto aparentemente inofensivo, casi siempre sinónimo de amores. Aquí sufre una vuelta de tuerca, como lo hizo el dado al final de [·REC 2] (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2009), más o menos. Mirad bien a quien besáis, cuidaos de los templos profanos y del frío, ¡quedaos en casa viendo El beso!
Comentarios
Publicar un comentario