Witte Wieven · Película para orar

Ninguna oración comienza con una mujer, Frieda.

El primer largometraje del director holandés Didier Konings nos acerca a la figura mitológica de las witte wieven. Durante una hora, acompañamos a Frieda (Anneke Sluiters) en su infernal rutina. La consigna que reza su póster ya nos adelantaba que no íbamos a transitar un camino de rosas: Las plegarias no te salvarán.

Estamos viviendo el rescate de figuras mitológicas en las películas de género realizadas en los últimos años, que están viajando hasta nuestras pantallas. El folk horror propicia esta recuperación, enriqueciendo el medio y su imaginario. En el desarrollo del filme habitamos el espacio neblinoso en el bosque junto a estas mujeres, dejando de lado el fanatismo religioso que caracteriza al cerrado pueblo y a sus habitantes.

Grabado de Gerrit van Goedesbergh, 1660

Las witte wieven (mujeres blancas) son espíritus de mujeres sabias -incluso elfos- que forman parte de la mitología neerlandesa. Numerosas leyendas circundan estas apariciones: algunos dicen que se trata de fantasmas de brujas y mujeres pecadoras que siguen haciendo el mal tras su muerte; otros las consideran vengadoras del dolor que los hombres les producieron en vida. Viven en colinas, túmulos; en algunas regiones se cree que cuentan con refugios subterrráneos. Favorecían las cosechas y los nacimientos aunque se les recuerda, sobre todo, como criaturas malignas que robaban y violaban hombres. Sólo se las reconoce por su indumentaria blanca, un velo manchado. No se conoce su apariencia, pudiendo tratarse de mujeres jóvenes y bellas o de ancianas con garras. Se ocultaban en la niebla y, desde ahí, apresaban a sus víctimas para llevarlas hasta su fin.

Las witte wieven recuerdan a las dames blanches que habitan gran parte del territorio francés, con especial popularidad en Borgoña. Éstas bailaban a la luz de la luna en los claros de los bosques -cerca de los ríos- y tomaban la mano de aquellos que iban a morir para guiarlos hasta su destino; se cree que la muerte que encontraban sus acompañantes normalmente tenía lugar en el fondo de las aguas. Algunas se aparecían en grutas o lagos, entre otros lugares. Guardando las distancias, encontramos "equivalentes" en las mitologías alemana, inglesa e irlandesa.

En los escasos sesenta minutos de metraje, llegamos a conocer a nuestra protagonista lo suficiente como para ponernos en su lugar y sufrir con ella. Su ansia de maternidad encuentra trabas, las cuales intenta solucionar mediante ritos que, una vez tras otra, parecen concluir que es estéril. Gran parte de las palabras pronunciadas en la película forman parte de rezos y plegarias, todos dirigidos al embrión que debía concebirse en su vientre.

Atestiguamos sus discusiones con vecinos, su padre y su propia pareja. Queda poco que hacer en una comunidad superada por sus propias supersticiones. La religión supera a la realidad y la misoginia de la tradición puede con la paciencia de cualquiera. Entre frustraciones pero siempre aferrada a una cruz, nuestra protgonista se mueve como puede y busca sin cesar una vía de escape.

Didier Konings se encuentra actualmente trabajando en un par de proyectos: una cinta de terror cósmico que tiene lugar en una casa en el lago en el siglo XVII -basada en un cuento popular holandés- y una franquicia de ciencia ficción basada en su corto Uncario (2021). En este filme acompañaba a A-153-Cotter (Leon van Waas), uno de los humanos que habitan, en un futuro, una de las frías colonias lunares. Sueña con la Tierra y se despierta llorando. Recibe una señal de la Tierra que tanto tiempo lleva abandonada y está cerca de volverse loco por contactar con quien le envió esa señal. Siguiendo esta seña, descubrirá un engaño terrible. Este cortometraje está disponible en el canal de Youtube del cineasta.

Como el director me comentaba, todo está a merced de los dioses fílmicos. Desgraciadamente, la cinta no cuenta aún con distribución en España, aunque pediré con todas mis fuerzas -hasta que se me agoten los rezos- que llegue en algún momento del próximo año y que podáis disfrutar de los preciosos bosques holandeses en vuestras pantallas.